Recordemos que las limpiadoras no querían meter la cabeza dentro del congelador para coger una rata muerta dentro y se negaron en rotundo ante un jefe muy mucho permisivo y un poco borde con nosotras.
El Señor apelaba Que si ellas decían que no, pues era que no. Llegamos a la conlusión de que estábamos perdiendo el tiempo y nos pusimos manos a la obra.
Bolsas de basura, guantes hasta el codo, mascarillas de gas... y todo un equipamiento para deshacernos de esos cadáveres. Las limpiadoras nos veían pasar por los pasillos y nos miraban con un asco... increible, o incluso puedo suponer que pensaban que éramos nosotras las mismas ratas.
Llenamos unas cinco bolsas grandes de basura de las ratas muertas y las sacamos a un descansillo al calor de la lluvia para sacarlas al aire libre y que las enfermeras pudieran respirar en paz... que mandaban, por cierto, y no echaron ni una mano... ellas miraban con asco y ya esta. Se tapaban la nariz y a correr.
Con el desayuno en la garganta porque las mascarillas de gas no servían para nada, llamamos a los celadores o a quien correspondía para que se llevaran las bolsas. ATENCIÓN QUE LA PAPA DE RATA SEGUÍA PEGADA, la dejamos para otro momento.
Bien, el celador jefe de mantenimiento nos dijo que esa no era manera de proceder para con animales muertos, que teniamos que llenar unos contenedores azules, en vez de verdes... yo pienso que el color da igual cuando se trata de ellas... ¿qué más dará? sabiendo lo que hay dentro... ya está... pues bien. No valia lo que habíamos hecho y las tuvimos que VOLVER A METER las cajas para que se congelaran y no oliera.
Por quejas sucesivas de las que antes no nos ayudaban, llevaron el congelador a una zona aislada... lo volvieron a dejar sin enchufar y tuvimos que enchufarlo nosotras... si nos fiamos... esque en fin.
Lo volvimos a llenar de las bolsas... pero esta vez se manchó las manos mi jefe. Que dijo lo hacía encantado.
Al dia siguiente... más ratas... estuvimos pendientes d las ratas casi quince días, los bidones azulitos... los celadores que estuvieran pendientes para llevárselos... y todo eso.
Un viernes tuvimos que ir a primera hora de la mañana, a las ocho en puntito porque nos habian citado allí para terminar con el tema.
Ellos no esaban, faltaba la llave, no habia nadie... y digo yo... perdimos el camion y los celadores no estaban. Los jefes de "arriba" se habían quejado... nosotras estabamos alli... la parte en la que nos ayudan un poquillo falla... no estan por la labor... Madre mia, ya olia a rata en cualquier lado. Estaba harta de las ratas. Y esperamos al lunes.
A primera hora de un lunes llegamos mi compi y yo. Ella venia preparada con armamento perfumado para no oler ni un poquillo las ratas muertas. Estabamos decididas a terminar con el tema radicalmente. Y asi lo hicimos.
Palangana de agua caliente al canto, derritiendo los bordes de la papa de rata. Ésta salió como una pastilla de jabón. Ratas petrificadas en el interior de un bloque de hielo mitad marrón, rojo y maloliente.
Y pusimos fin a este tema. Adiós a las ratas y a los celadores.
Aun hay algunas limpiadoras que me paran, que ni las conozco, y me preguntan... "¿Se terminó e tema de las ratas?" y yo con cara seria les digo que sí...
Por fin. Esto me ha conferido una popularidad en el hospital bastante inesperada. Me conocen incluso los que no conozco.
En fin, lectores... no dejéis desenchufado un congelador con ratas dentro. puagggg
El Señor apelaba Que si ellas decían que no, pues era que no. Llegamos a la conlusión de que estábamos perdiendo el tiempo y nos pusimos manos a la obra.
Bolsas de basura, guantes hasta el codo, mascarillas de gas... y todo un equipamiento para deshacernos de esos cadáveres. Las limpiadoras nos veían pasar por los pasillos y nos miraban con un asco... increible, o incluso puedo suponer que pensaban que éramos nosotras las mismas ratas.
Llenamos unas cinco bolsas grandes de basura de las ratas muertas y las sacamos a un descansillo al calor de la lluvia para sacarlas al aire libre y que las enfermeras pudieran respirar en paz... que mandaban, por cierto, y no echaron ni una mano... ellas miraban con asco y ya esta. Se tapaban la nariz y a correr.
Con el desayuno en la garganta porque las mascarillas de gas no servían para nada, llamamos a los celadores o a quien correspondía para que se llevaran las bolsas. ATENCIÓN QUE LA PAPA DE RATA SEGUÍA PEGADA, la dejamos para otro momento.
Bien, el celador jefe de mantenimiento nos dijo que esa no era manera de proceder para con animales muertos, que teniamos que llenar unos contenedores azules, en vez de verdes... yo pienso que el color da igual cuando se trata de ellas... ¿qué más dará? sabiendo lo que hay dentro... ya está... pues bien. No valia lo que habíamos hecho y las tuvimos que VOLVER A METER las cajas para que se congelaran y no oliera.
Por quejas sucesivas de las que antes no nos ayudaban, llevaron el congelador a una zona aislada... lo volvieron a dejar sin enchufar y tuvimos que enchufarlo nosotras... si nos fiamos... esque en fin.
Lo volvimos a llenar de las bolsas... pero esta vez se manchó las manos mi jefe. Que dijo lo hacía encantado.
Al dia siguiente... más ratas... estuvimos pendientes d las ratas casi quince días, los bidones azulitos... los celadores que estuvieran pendientes para llevárselos... y todo eso.
Un viernes tuvimos que ir a primera hora de la mañana, a las ocho en puntito porque nos habian citado allí para terminar con el tema.
Ellos no esaban, faltaba la llave, no habia nadie... y digo yo... perdimos el camion y los celadores no estaban. Los jefes de "arriba" se habían quejado... nosotras estabamos alli... la parte en la que nos ayudan un poquillo falla... no estan por la labor... Madre mia, ya olia a rata en cualquier lado. Estaba harta de las ratas. Y esperamos al lunes.
A primera hora de un lunes llegamos mi compi y yo. Ella venia preparada con armamento perfumado para no oler ni un poquillo las ratas muertas. Estabamos decididas a terminar con el tema radicalmente. Y asi lo hicimos.
Palangana de agua caliente al canto, derritiendo los bordes de la papa de rata. Ésta salió como una pastilla de jabón. Ratas petrificadas en el interior de un bloque de hielo mitad marrón, rojo y maloliente.
Y pusimos fin a este tema. Adiós a las ratas y a los celadores.
Aun hay algunas limpiadoras que me paran, que ni las conozco, y me preguntan... "¿Se terminó e tema de las ratas?" y yo con cara seria les digo que sí...
Por fin. Esto me ha conferido una popularidad en el hospital bastante inesperada. Me conocen incluso los que no conozco.
En fin, lectores... no dejéis desenchufado un congelador con ratas dentro. puagggg
Comentarios
Que se jodan e investiguen por sí mismas si se acabó o no
Perdón, dije pilila
Me caen incluso mal, porque no tienen ninguna humildad, se pasan el dia hablando por telefono (bueno... si yo pudiera tambein lo haria) y mascando chicle con la boca muy muy abierta...
AQdemás no ayudan a las compañeras y se creen las amas del pasillo.
¿Pililla?
un beso!
Pero es que ahora me doy cuenta de que eres demasiado joven y no oiste Gomaespuma los sábados de madrugada
Eso que te pierdes