Ir al contenido principal

La Luna (Parte VIII)


Sin ganas de ir al cole, pero con ganas de una fiesta como Dios manda, he de desayunar rápido y bien, los dientes, las prisas de mi madre... ¡Al cole! Pero quiero dos trenzas... Mamá ha entrado en cólera cuando se lo he propuesto...

- ¡Sandra! ¿estás loca? Nena que ¡no! no puede ser, te has quedado demasiado tiempo remoloneando en la cama... claro, sin ganas de ir al cole... mirala qué rápidito se ha levantado cuando le he dicho que de fiesta nada... ¡pues no hay hoy trenzas! mañana... mañana sí, hoy no... vas a perder el autobús Nena... ¡vamos!... como lo pierdas mañana no hay fiesta tampoco.

- Vamos Mamá, que no quiero perder el autobús, no me distraigas más...

- Y encima.... ¡vamos!

Mamá está nerviosa, y muy rechistona, cosas de madres... será.

En el colegio, desde mi pupitre puedo ver a Daniel y para chincharlo, que me encanta, le tiro trozos de papel... siempre me pilla la Seño y me castiga, pero a mí no me importa, hasta que llamen a Mamá... me encanta chinchar a Daniel y pienso que a él también.

En el recreo les he dicho a la pandilla que mañana es mi cumple y que tenemos una fiesta con chuches en mi casa... y también se lo e dicho a Daniel.

Se ha puesto como un tomate. Y, muy importante me dice;

- Sandra ¿qué quieres que te regale por tu cumple?

Nunca me han preguntado algo así, y como por las noches me da susto dormir sin una luz, le he pedido la luna, y así no tener miedo por las noches.

Lo malo es que se ha quedado muy pensativo ¿qué le pasará?

Continuará... ya queeda poco

Comentarios

Entradas populares de este blog

La muerte de bolsillo

No sabía que en la guerra hay monstruos más terribles que el hombre. Desde donde yo estoy no conozco más monstruo que el feroz hombre siempre cortando, siempre parando nuestra vida con un fin tan vil como su propio ego, para tener más, para atesorar cosas, tener tener tener... su lema, porque muchas veces tienen tantas cosas que se vacían por dentro. No lo entiendo, es mejor tener lleno el corazón y vacia la casa, que llena la casa y vacio el corazón... pero cada cual.... Una paloma, el otro día me dio una lección que no olvidaré, es mejor ser árbol que hombre. Resulta que esa paloma venía de una guerra. ¿qué es eso de la guerra? Le pregunté con toda mi curiosidad, y ella me dijo que la guerra no era más que una situación en que dos grupos de personas se enfrentan, sacrificando la vida de muchas otras personas, vidas que se pierden por pura vanidad, vidas que se van por el odio que reina entre dos ideologías. Pienso que no es justo. si eso es así, no es justo que perso...

Volver atrás

Tenía la sensación de haber escuchado tantas veces esa canción ...  que podía transportarme a aquella época en que todo importaba y nada era importante. Aquel curso 1996-1997. Ya se sabe que la adolescencia es una etapa dificil, pero también puede llegar a ser preciosa. Concretamente aquel curso estuvo lleno de momentos preciosos. Poco a poco va pasando el tiempo y nos vamos llenando de prejuicios y de idealismos estúpidos para, algunas veces, convertirnos en alguien completamente diferentes a quien fuiste aquella vez, aquel año maravilloso en que todo parecía importar tanto como para atesorarlo en una cajita del tiempo.

Hace tanto tiempo que no escribo, que no recuerdo ya ni como se hace

 Buenas tardes; Ha cambiado tantísimo mi vida desde que comencé este blog, que estoy segura, sin lugar a dudas, que soy una persona completamente distinta a la que comenzó allá en sus tiempos mozos, abriéndose camino en este mundo tan apasionante como fantástico que es la escritura creativa y personal, como una terapia, así es como yo lo concibo. En este tiempo sin escribir mi vida ha dado un giro enorme, y sí... el camino recorrido ha sido un plan perfecto. Hay veces que merece la pena transitar por el desierto que plantean algunas situaciones complicadas. Hoy en día puedo decir que la vida se abre ante mí, ofreciéndome regalos a diario.  Se puede decir que un día morí en mí y volví a nacer. Ese renacer no ha sido fácil ni para mi ni para quien estaba a mi alrededor, cuidandome, velando por mi... mi familia. Sin mi familia, no sería yo quien soy y sin mi compañero no habría llegado a donde he llegado, es más, es quien me empuja a seguir creciendo materializando mis anhelos, t...