No tengo ganas!

Hoy, por primera vez, desde Abril, que se dice pronto, he de llegarme por el trabajo. Y no tengo ni la menor gana de ir, pero sé que toda persona adulta va al trabajo sin ganas todos los días y si a ello le sumamos que es Lunes... Pues menos ganas aun, así que...

Nos tenemos que hacer la foto para una tarjeta identificativa, pero como estoy ahí, pensando volver o no volver... no me motiva nada.

Aparte de eso, siento un poco de vergüenza. Pero sin sentido, porque hice lo correcto para mi embarazo. es decir, si un inspector me dice que las coasas están peligrosas para el buen desarrollo de mi bebé en mi puesto de trabajo pues lo más sensato es quitarme del medio, pidiendo la baja y a correr. Pero cuando lo hice causó mucho furor entre mis compañeras. Porque ya que me tenían un poco de tirria, esto ya fue lo que faltaba. Y estoy nerviosa por las reacciones, las cosas que se hablen después. En resumen... Tengo un poco de cosa por lo que va a pasar. Aunque sé que debo enfrentarme a ello.

Por más lados, pienso que mi trabajo me gusta y no me gusta poco, sino que me gusta mucho. Es una pena que por culpa de unas personas determinadas esté pensando en abandonar... Pero también está la guarde de la niña. Si con el paro voy a ganar lo mismo que trabajando y pagando la guarde... yo quiero criar a mi niña este primer año... ¿qué hacer? ¿qué pensar?

Tengo la cabeza como un bombo desde hace unos días sin parar de pensar. Porque el momento de las decisiones se acerca y siento que debo estar preparada.

En fin... Por aquí siempre me han dicho que le de tiempo al tiempo y que espere a ver qué pasa. Porque quizás mi jefa decide ahorrarme los pensamientos decidiendo ya por ella... Pero ¿y si lo que ha decidido es mantenerme? ahí ¡la que tiene que pensar soy yo!

Ya os contaré al final del día qué tal