Una ráfaga de aire gélido petrificó su rostro dejando, para siempre, aquella imagen congelada en su memoria ... acababa de peder a su madre, y expresaba todo el dolor contenido en una lágrima, su desazón me llegó tan hondo, me enseñó tanto a sentir, que nunca más pude olvidarme de ella.... Lala... por eso quise protegerla siempre. Su cara no era de las más bellas que jamás hubiera visto, pero expresaban mucha bondad, y eso la hacía especial. Su voz, no era como la de un ángel, pero ella no hablaba si no era para ayudar a los demás llenándoles los oidos de consejos y bonitos cuentos a los niños. Ella, en estado puro, inducía a soñar, a ser libres, a ver el cielo siempre azul o las noches siempre estrelladas. Ella, para mí lo constituía todo, poco a poco se convirtió en la base de mi ser, en la base de mi pensamiento y la quise tener hasta el final de mis días aquí, conmigo. La mañana del 5 de Julio de hace dos años, recuerdo que no sabía qué hacer, estaba acostado en un sillón disfruta...
El camino se hace al andar