
Los gansos agachan la cabeza cada vez que pasan bajo un puente, sin importales la altura de sus arcos.
Esta frase tiene que ver con los miedos que arrastramos en nuestras vidas y que de alguna forma nos van guiando y haciendo que nos tejamos un patrón de conducta muy amoldado a él o a ellos, los miedos.
Esos miedos, los que nos impiden caminar, no son buenos... yo tengo muchos y me doy cuenta de que ahí están, y que no sirven para nada. No aprendemos nada de ellos. Pero de todas formas, es cierto que sea por el motivo que sea seguimos asustados por cualquier miedo escondido que tenemos olvidado dentro, muy dentro del corazón, y puede que nunca lo recordemos, puede que esos miedos escondidos permanezcan ahí para siempre sin que nos demos cuenta... ahí es donde está la ansiedad... la depresión, las ganas de llorar sin motivo... es una gran carga esconder esos miedos, que NO SON OTRA COSA QUE BASURA.
Tenemos que crecer, dar pasos, aprender... y todo esto significa olvidarnos de esos miedos, buscarlos para atraparlos y tirarlos al contenedor de la basura, porque eso es lo que son.
Para ello tenemos trabajo duro, tenemos que estar examinándonos constantemente y encontrar ese mal pensamiento para traparlo y procurar no tenerlo cerca, vamos descartándolos.
El día en que los malos pensamientos sean oficialmente echados de nuestras vidas... será el mejor, será el día de la liberación. Y creo que todos estamos listos para luchar por nosotros mismos... liberarnos de nuestros propios miedos.
Es complicado, ¿verdad?, yo lo intento constantemente, cuido lo que pienso, y lo que siento, hasta el punto en que me parece que me voy a volver loca... y eso no es sano. Una acaba extasida por las noches, tanto pensar y despensar, ver, controlar y demás... todo es duro, pero algún día la recompensa será maravillosa, o eso espero.
Esos miedos, los que nos impiden caminar, no son buenos... yo tengo muchos y me doy cuenta de que ahí están, y que no sirven para nada. No aprendemos nada de ellos. Pero de todas formas, es cierto que sea por el motivo que sea seguimos asustados por cualquier miedo escondido que tenemos olvidado dentro, muy dentro del corazón, y puede que nunca lo recordemos, puede que esos miedos escondidos permanezcan ahí para siempre sin que nos demos cuenta... ahí es donde está la ansiedad... la depresión, las ganas de llorar sin motivo... es una gran carga esconder esos miedos, que NO SON OTRA COSA QUE BASURA.
Tenemos que crecer, dar pasos, aprender... y todo esto significa olvidarnos de esos miedos, buscarlos para atraparlos y tirarlos al contenedor de la basura, porque eso es lo que son.
Para ello tenemos trabajo duro, tenemos que estar examinándonos constantemente y encontrar ese mal pensamiento para traparlo y procurar no tenerlo cerca, vamos descartándolos.
El día en que los malos pensamientos sean oficialmente echados de nuestras vidas... será el mejor, será el día de la liberación. Y creo que todos estamos listos para luchar por nosotros mismos... liberarnos de nuestros propios miedos.
Es complicado, ¿verdad?, yo lo intento constantemente, cuido lo que pienso, y lo que siento, hasta el punto en que me parece que me voy a volver loca... y eso no es sano. Una acaba extasida por las noches, tanto pensar y despensar, ver, controlar y demás... todo es duro, pero algún día la recompensa será maravillosa, o eso espero.
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