Uno de aquellos días, Habló la Naturaleza, ya tenía más vientre y era más preciso que tomara la decisión, así que a la primera que habló fue a su hermana, para así tener una cómplice, ella la conocía y sólo quería su felicidad, no sabía la situación tan difícil en que se encontraba... si se dieran cuenta de que estaba embarazada... la apedrearían hasta matarla. Así que debía huir.
La reacción de Rebeca, su hermana, no fue del todo como a Jimena le hubiera gustado. Ella se asustó;
- Pero esperas un hijo, te pueden matar si te encuentran- Decía con voz de alarma
- lo sé... por eso me voy, miro por mi bebé... - Jimena se estaba ilusionado
- Bien... pues haremos lo siguiente....
En el dia señalado, Jimena habló con su amor... se lo explicó todo.
En un pueblo cercano podrían casarse y criar al bebé... de esa manera serían felices.
Pero era preciso huir, debían dejarlo todo.
Como el amor mueve montañas... en el primer cambio de luna se fugaron.
Jimena no lo pasó del todo bien, porque dejaba atrás muchas histiorias, pero no importaba, las llevaba en su corazón.
A su familia, dejaba una carta explicativa, no quería ni imaginar las caras, el asombro ni la sombra que oscurecería el rostro de su padre... Pero no tenía más remedio, debía hacerlo.
Él, loco de amor, la tomó en brazos antes de montarla en el carruaje, la besó y empredieron camino... juntos... y ya siempre estuvieron juntos, sin finjir ignorancia cuando los ojos embelesados miraban con deseo, acaricias escondidas, ahora todo estaba bien, ahora encontraron la felicidad.
La reacción de Rebeca, su hermana, no fue del todo como a Jimena le hubiera gustado. Ella se asustó;
- Pero esperas un hijo, te pueden matar si te encuentran- Decía con voz de alarma
- lo sé... por eso me voy, miro por mi bebé... - Jimena se estaba ilusionado
- Bien... pues haremos lo siguiente....
En el dia señalado, Jimena habló con su amor... se lo explicó todo.
En un pueblo cercano podrían casarse y criar al bebé... de esa manera serían felices.
Pero era preciso huir, debían dejarlo todo.
Como el amor mueve montañas... en el primer cambio de luna se fugaron.
Jimena no lo pasó del todo bien, porque dejaba atrás muchas histiorias, pero no importaba, las llevaba en su corazón.
A su familia, dejaba una carta explicativa, no quería ni imaginar las caras, el asombro ni la sombra que oscurecería el rostro de su padre... Pero no tenía más remedio, debía hacerlo.
Él, loco de amor, la tomó en brazos antes de montarla en el carruaje, la besó y empredieron camino... juntos... y ya siempre estuvieron juntos, sin finjir ignorancia cuando los ojos embelesados miraban con deseo, acaricias escondidas, ahora todo estaba bien, ahora encontraron la felicidad.
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