Ir al contenido principal

Somos responsables de nuestra felicidad

La mayor parte de nuestra felicidad o de nuestra desgracia depende de la disposicion que adoptemos y no de las circunstancias.

Martha Washington

Esta frase, al leerla, me ha hecho reflexionar porque nos otorga el poder para hacer que una circunstancia haga o no haga algo o nada en nuestras vidas. Somos responsables de cada paso que damos, de cada circunstancia y de su importancia, de cómo puede afectarnos. ¡Uff! Cuántas responsabilidades, ¿verdad?


Pero merece la pena

Comentarios

Entradas populares de este blog

La muerte de bolsillo

No sabía que en la guerra hay monstruos más terribles que el hombre. Desde donde yo estoy no conozco más monstruo que el feroz hombre siempre cortando, siempre parando nuestra vida con un fin tan vil como su propio ego, para tener más, para atesorar cosas, tener tener tener... su lema, porque muchas veces tienen tantas cosas que se vacían por dentro. No lo entiendo, es mejor tener lleno el corazón y vacia la casa, que llena la casa y vacio el corazón... pero cada cual.... Una paloma, el otro día me dio una lección que no olvidaré, es mejor ser árbol que hombre. Resulta que esa paloma venía de una guerra. ¿qué es eso de la guerra? Le pregunté con toda mi curiosidad, y ella me dijo que la guerra no era más que una situación en que dos grupos de personas se enfrentan, sacrificando la vida de muchas otras personas, vidas que se pierden por pura vanidad, vidas que se van por el odio que reina entre dos ideologías. Pienso que no es justo. si eso es así, no es justo que perso...

Me llamarán loca

- No voy a devolverte tu alma … pero sí voy a ayudarte . Olvida los malos pensamientos fórjate un foco, un deseo y lucha por él, pese a todo, si lo que deseas es ser feliz en la vida, debes dar pasos certeros, y estar orgulloso de ser quien eres, ese es el secreto de la vida, sentirla Al escuchar las palabras del sabio chamán, sentí que había una esperanza, pues me quedaban pocos días en Buenos Aires, y no estaba curada del miedo. Cuando llegué allá, estaba huyendo de la miseria, de la miseria sentida, me sentía miserable, sola, hundida y un poco inútil... Pero este pequeño gran hombre con una sabiduría inmensa, en medio de la nada... Pudo levantarme, pudo hacer que en mi corazón existiesen motillas de luz, que poco a poco se harían grandes focos de luz, estaba sintiendo muchas cosas desconocidas, estaba aprendiendo la vida, a vivir. Quizás estaba destinada a enseñar aquello en mi país, pero me tomarían por loca, el estrés y la velocidad de todos los días no dejaban hueco para estar...

Volver atrás

Tenía la sensación de haber escuchado tantas veces esa canción ...  que podía transportarme a aquella época en que todo importaba y nada era importante. Aquel curso 1996-1997. Ya se sabe que la adolescencia es una etapa dificil, pero también puede llegar a ser preciosa. Concretamente aquel curso estuvo lleno de momentos preciosos. Poco a poco va pasando el tiempo y nos vamos llenando de prejuicios y de idealismos estúpidos para, algunas veces, convertirnos en alguien completamente diferentes a quien fuiste aquella vez, aquel año maravilloso en que todo parecía importar tanto como para atesorarlo en una cajita del tiempo.