Las relaciones con los demás muchas veces se me hace dificil, sobre todo con mis padre y hermana, ¿mi problema? Que muchas veces no sé; a mi hermana la avasallo con consejos que no debo dar, por no agobiarla, y con mis padres me pasa que en la mayoría de los caso no sé decirles un "NO" a tiempo.
Esta es la historia de una mesa cero práctica.
Mi padre, antes de jubialrse, trabajaba en un colegio, que de vez en cuando, hacía, como Dios manda, sus espurgos que yo los llamo, y en una de esas, estaba la gran mesa de dibujo insevible y antiestética, por antigua y por fea.
Un día, me dijo que aquello estaba muy bien, una gran mesa de dibujo, grande donde poder trabajar, además trabajar en alto, y demás... a mi, de primeras, no me gustó mucho la idea, pero como era mi padre, me callé y me la quedé, por no decir que no, que eso no me gustaba a mi... que si tanto le gustaba que se la quedara él... así de patético.
sin darme cuenta estaba ya instalada en mi casa... ocupando un sitio precioso una mesa tan fea... y tan poco aprovechable.
Lo hemos intentado, pero nos duele la espalda, no es cómoda y ya práctica, ni de coña, en estos momentos tan sólo sostiene la ropa de la plancha y ocupa un lugar en un cuarto que es verdaderamente un muerto ahí, no sirve para nada.
Lo curioso, es que me recuerda a una mesa que mi padre, también, y no sé por qué le da por este tipo de mesas con lo cómodas que son las normales, tenía una en casa cuando yo era pequeña, que hacía la misma función, ocupar un lugar precioso haciéndolo inservible completamente. Hacía la misma función, acumular ropa de plancha. ¿no aprendieron en aquel entonces?
Tiempo hacia aquí no sé cómo me la voy a quitar de encima, ni regalándola.
Así que os aconsejo que si os van a dar algo que no os convence, no seais tontos y ¡decid que no!
Lo nuevo es que mi padre quiere instalar un aro de baloncesto en el cuarto de la niña... Madre mia! espero no ser tan patética como para aguantarme
Esta es la historia de una mesa cero práctica.
Mi padre, antes de jubialrse, trabajaba en un colegio, que de vez en cuando, hacía, como Dios manda, sus espurgos que yo los llamo, y en una de esas, estaba la gran mesa de dibujo insevible y antiestética, por antigua y por fea.
Un día, me dijo que aquello estaba muy bien, una gran mesa de dibujo, grande donde poder trabajar, además trabajar en alto, y demás... a mi, de primeras, no me gustó mucho la idea, pero como era mi padre, me callé y me la quedé, por no decir que no, que eso no me gustaba a mi... que si tanto le gustaba que se la quedara él... así de patético.
sin darme cuenta estaba ya instalada en mi casa... ocupando un sitio precioso una mesa tan fea... y tan poco aprovechable.
Lo hemos intentado, pero nos duele la espalda, no es cómoda y ya práctica, ni de coña, en estos momentos tan sólo sostiene la ropa de la plancha y ocupa un lugar en un cuarto que es verdaderamente un muerto ahí, no sirve para nada.
Lo curioso, es que me recuerda a una mesa que mi padre, también, y no sé por qué le da por este tipo de mesas con lo cómodas que son las normales, tenía una en casa cuando yo era pequeña, que hacía la misma función, ocupar un lugar precioso haciéndolo inservible completamente. Hacía la misma función, acumular ropa de plancha. ¿no aprendieron en aquel entonces?
Tiempo hacia aquí no sé cómo me la voy a quitar de encima, ni regalándola.
Así que os aconsejo que si os van a dar algo que no os convence, no seais tontos y ¡decid que no!
Lo nuevo es que mi padre quiere instalar un aro de baloncesto en el cuarto de la niña... Madre mia! espero no ser tan patética como para aguantarme
Comentarios
Es trendy...o fashion...no sé muy bien
jejeej