Esta noche estoy sola. Carlos ha salido de despedida con sus amigos, uno de ellos se casa y hoy han salido a despedir su soltería, han pasado un día de amigos, y están pasandolo aun, genial. Y yo me alegro por él. La verdad es que merece pasarlo bien, es un buen amigo, esposo y tiene una calidad humana indescriptible... se me nota que estoy loca por él.
Pero, por muhco que lo quiera, no puedo evitar sentirme muy bien en estos momentos de soledad en casa, con el silencio de la noche y acompañada no más de canciones que escuchaba de jovencilla... volver atrás, con esas canciones revivir en la memoria momentos maravillosos, cuando era ingenua... vaya con lo ingenua que he sido yo en mi adolescencia... y sunque muchas veces me veo como una pava total en el pasado... Me siento como muy tierna, me cae bien esa jovencilla ingenua... pequeña y con los dientes paletones tan separados que podías circular entre ellos algunos ciclones... jejejej soy muy exagerada pero tenía los paletones separados, los colmillos pequeños y la dentadura muy fea, la sonrisa un poco rar, sin embargo, al verme desde los ojos de una adulta... así era yo y quizás tenía mi propio atractivo, quizás alguien, que seguro no advertía yo, suspiraba por mí secretamente.
En la época en que yo escuchaba estas canciones de Alejandro Sanz, mi vida giraba alrededor de la academia de mis padres, los amigos que allí hice fueron dos, uno de ellos sigue siendolo, fue un amigo muy especial para mí. Lo pasé muy bien allá, con ellos. Miguel Angel y Quevedo... Me reia muchísimo en clases de inglés. La profesora no se reia tanto, de hecho yo se lo recuerdo alguna vez que la he visto y me dice siempre lo mismo... que menos mal que se ha olvidado de todo aquello, yo prefiero guardar esos buenos recuerdos en la cabeza. Fueron como una chica los puede recordar... como algo muy especial.
Recuerdo que de ser yo la reina entre mis dos amigos, pasé a un segundo plano. Llegó Ana, la odié y requeteodié, porque fue la novedad y como todas las novedades fue la más querida en un abrir y cerrar de ojos. No me gustó esa sensación, cosas de niñas, ya veis. Pero la novedad pasó y volví a ser la reina. La he visto hace poco, y me alegré de que el paso del tiempo no la haya favorecido mucho. Sí... me alegré, está gordita. Pero estas son cosas de mujeres, sí... somos así de patéticas.
Todos las etapas tuvieron su olor, su canción... todos los momentos tienen su algo especial que es digno de recordar ¿a que sí?
Pero, de todas formas, no quisiera volver atrás... Ahora, es cuando estoy en mi plenitud.
Comentarios
Nosotros nos vemos la calva y la barriga, nos descojonamos 10 minutos y nos echamos una cerveza
Más simples...no quiere decir peores