Hace tantísimo tiempo que abrí este espacio que había olvidado que estaba. Son tantas las noches que he pasado escribiendo y meditando sobre lo que me rodeaba, aprendiendo y haciendo mis días mas llevaderos ordenando mis ideas en forma de cuentos... dejando salir no solo mi mundo interior si no también una oleada de pensamientos haciendo mas liviana mi mente que he decidido ahora mismo que me quedo aquí. En un principio había pensado, esta misma mañana, en abrir otro espacio, pues no soy desde luego quien fui y por Dios, espero no serlo jamás, no por ser mala persona ni nada por el estilo, para nada... Pero mi versión actual es otra y me gusta muchísimo más. Había pensado empezar desde cero en algún sitio... y al encontrarme este sitio, que estaba ahí rezagado y olvidado... con tantas historias contadas y tantas reflexiones... que al entrar por sorpresa, ha sido como un abrazo. Este sitio se me ha abierto con los brazos abiertos y yo he decidido quedarme aquí. Como quien fui n
Muchas veces hablamos de mirar algo con tanta frescura que se nos pasa por alto la importancia que tienen las miradas. No es lo mismo mirar que observar. Parece que el mirar es como más superficial, pero cuando miras puedes decir tantas cosas... Con el mirar está la mirada, ambos van de la mano. Hay miradas que con su luz hablan. Hay miradas tan penetrantes que pueden hacerte temblar, ya sea de deseo, ya sea de amor, ya sea de miedo o de todo junto. Hay miradas que desnudan y te provocan un calor sofocante subiendo espalda arriba, miradas que te hacen vibrar, miradas que vibran. También hay otras miradas que tapan. Hay miradas que te hacen vibrar. Otras que vibran contigo Hay miradas, que sin querer, confiesan secretos. Hay miradas que no pretenden serlo y miran de soslayo... siéndolo todo en secreto y otras que lo son todo de frente, sin tapujos. Miradas que se deshacen de amor. Miradas encantadas. Hay miradas tan llenas de sentimiento que lo dicen todo y hay miradas