Esta historia no es mía, desde luego, la leí en el foro de antiguas alumnas del colegio donde estudié (La Asunción) hablando de una profesora a la que respetábamos mucho, porque nos tenía asustadas a todas, chillaba, era muy meticulosa y quería siempre estar segura de que aprendíamos. La Madre Mariángeles.
Hoy en día me río, pero la temía, muchísimo. Por sus gritos, su manera de ridiculizar, ella lo llevaba todo para delante, no habís forma de comportarse mal en sus clases, la postura siempre recta, las libretas siempre siempre limpias, ni un dibujo, ni un tachón... ¿qué es eso del tipex?... para ella era una manera burda de demostrar que eras una puerca con la libreta, y eso no... eso no podía ser en una señorita de estudios.
Recuerdo las clases de "Hogar", son manualidades, aprendimos a coser, aprendimos a hacer cosas de barro, forrar cajas, hacer bolsas de papel... Un día tomé mal las medidas de una bolsa y me regañó de tal manera que sus gritos se escucharon en el pasillo
¿Trauma? ninguno, al revés.
Sus clases de historia no eran normales, hablaba de historia y de actualidad, "porque niñas, la historia siempre se repite!" Siempre decía eso, y eso que en clase ya habían dos niños. En fin... ¡monjas! tomábamos apuntes sin saber por qué y el qué, ella nos hablaba de actualidad, como digo, y de historia tan abiertamente y tan desordenadamente que no sabíamos qué apuntar en cada momento, eso la exasperaba. ¿pero qué le vamos a hacer? No se aclaraba. El día anterior siempre teníamos que ver el teleiario porque nos preguntaba, y si no sabíamos responder... nos regañaba.
Todo el aprendizaje con ella estaba basado en eso, miedo a que nos regañara, al menos yo.
Cuentan que un día a una niña la pilló con un chicle en la boca y la estuvo paseando por todas las clases del colegio con el chicle pegado en la frente, para que todo el mundo lo viera. La dejó en ridículo ante todo el colegio. Esa niña, hoy en día se rie... pero ya nunca más comió chicle en sus clases.
Ahora miro hoy en día... esas cosas no se pueden hacer... por los traumas... yo os digo una cosa, con esta profesora aprendí muchísimo sobre disciplina, sobre hacer bien las cosas y sobre todo aprendí a respetar a los maestros, a respetar la autoridad...
¿Trauma? Ninguno, al revés... y me rio de aquella época, qué tiempos!
Hoy en día me río, pero la temía, muchísimo. Por sus gritos, su manera de ridiculizar, ella lo llevaba todo para delante, no habís forma de comportarse mal en sus clases, la postura siempre recta, las libretas siempre siempre limpias, ni un dibujo, ni un tachón... ¿qué es eso del tipex?... para ella era una manera burda de demostrar que eras una puerca con la libreta, y eso no... eso no podía ser en una señorita de estudios.
Recuerdo las clases de "Hogar", son manualidades, aprendimos a coser, aprendimos a hacer cosas de barro, forrar cajas, hacer bolsas de papel... Un día tomé mal las medidas de una bolsa y me regañó de tal manera que sus gritos se escucharon en el pasillo
¿Trauma? ninguno, al revés.
Sus clases de historia no eran normales, hablaba de historia y de actualidad, "porque niñas, la historia siempre se repite!" Siempre decía eso, y eso que en clase ya habían dos niños. En fin... ¡monjas! tomábamos apuntes sin saber por qué y el qué, ella nos hablaba de actualidad, como digo, y de historia tan abiertamente y tan desordenadamente que no sabíamos qué apuntar en cada momento, eso la exasperaba. ¿pero qué le vamos a hacer? No se aclaraba. El día anterior siempre teníamos que ver el teleiario porque nos preguntaba, y si no sabíamos responder... nos regañaba.
Todo el aprendizaje con ella estaba basado en eso, miedo a que nos regañara, al menos yo.
Cuentan que un día a una niña la pilló con un chicle en la boca y la estuvo paseando por todas las clases del colegio con el chicle pegado en la frente, para que todo el mundo lo viera. La dejó en ridículo ante todo el colegio. Esa niña, hoy en día se rie... pero ya nunca más comió chicle en sus clases.
Ahora miro hoy en día... esas cosas no se pueden hacer... por los traumas... yo os digo una cosa, con esta profesora aprendí muchísimo sobre disciplina, sobre hacer bien las cosas y sobre todo aprendí a respetar a los maestros, a respetar la autoridad...
¿Trauma? Ninguno, al revés... y me rio de aquella época, qué tiempos!
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